
Lápices caídos
por croliva
A nadie le cabe duda que la educación chilena es menos un derecho que un privilegio. Y mientras lo anterior no vea atisbos de cambio, la excelencia de profesionales de este estrecho país seguirá determinada por la cuna, más allá del mérito.
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Categorías: Artículos semanales • Tags: Calidad, Eduardo Engel, Educación, Instituto Nacional, Universidades privadas